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Agresiones subliminales: Neuromarketing o por qué compras lo que no necesitas.

"Entorno sonoro a partir de un diálogo basado en parámetros del espacio exterior del edificio para que el visitante de este centro comercial tenga una sensación de confortabilidad y se encuentre en un entorno agradable, casi doméstico".

Os traduzco: manipular la esfera inconsciente del comprador para que baje la guardia y compre sin darse cuenta...

La verdad es que cuando empecé a leer la noticia me pareció bonita y encantadora pero a medida que fui reflexionando, empezó a horrorizarme. ¿Hilo musical en un centro comercial de cierto lujo de Barcelona ( yo lo conozco bien porque estaba cerca de mi casa y ahí había un FNAC y compraba libros y entradas para conciertos ) basado en cantos de pájaros y ruido de cascadas? ¿Soniditos zen de los cojones enlatados? Olvidaos ya de los logos, los spots, las campañas de marketing tradicional... porque vuestras decisiones diarias, especialmente las de compra, se deben en un 85% a decisiones inconscientes ! ¿Vais a follar más por usar esa colonia?¿Por qué la panadería está a la entrada del supermercado? Para daros hambre y haceros comprar más. ¿Por qué empresas multinacionales estudian el ruido del crujido de sus patatas fritas al romperse más que su propio sabor? ¿Por qué los botes de otra multinacional cafetera están diseñados para liberar el máximo posible de aroma al abrirlos? ¿Por qué muchas tiendas de lujo-y no tan de lujo- estudian hasta el aroma con que impregnan sus locales? Empieza a haber niños que no saben reconocer un pollo real sino uno asado... El neuromarketing vende sensaciones efímeras e inconscientes, no realidades, aludiendo al subconsciente ¿Es esto vergonzoso y denunciable o lícito comercialmente? Abrid esos ojitos... inconscientes y preguntaos qué necesitáis comprar y qué no.

Me encanta el canto de los pájaros y el sonido del agua... en la Naturaleza pero me parecen obscenos en los centros comerciales. Son agresiones subliminales.

Otra info que nos alerta de la técnicas de marketing subliminales, subconscientes y agresivas


Gerardo Fernández Rubio y los 33.

Gerardo Fernández Rubio y su compañera, según el periódico "La Nueva España" de Asturias.

Para no parecer maniqueo, me limitaré a proporcionar datos objetivos. Yo no sacaré ninguna conclusión. Lo primero que debéis saber es que Gerardo Fernández Rubio no forma parte de los 33 mineros. Gerardo Fernández Rubio tenía 34 años y un hijo de 4. No sabemos sus gustos, si era seguidor del Sporting o del Oviedo, si tenía planes con su nueva pareja después de su separación, si estaba ilusionado por su vida o si le gustaba escanciar un culín de sidra cuando llegaba cansado a casa. A Gerardo Fernández Rubio le aplastaron más de 200 toneladas de carbón y no hubo Dios que lo rescatara, aunque probablemente ya estaba muerto. Su compañero sólo pudo cogerle la mano. En Chile, la única duda era cuándo los iban a sacar vivitos y coleando, y desde luego me alegro por ellos. 33 esposos, padres y curtidos trabajadores. Como Gerardo Fernández Rubio, asturiano. La audiencia del rescate de Chile se cifra en 1.000 millones de personas (más de los que siguieron la tragedia de Haití). La casa "Oakley" de gafas de sol ha tenido unos ingresos indirectos de unos 41 millones de dólares por publicidad al ceder las gafas. "Apple" les ha enviado un ipod a cada minero. Y "Gatorade", desde los EEUU, unos maravillosos concentrados de sales para su hidratación. Hasta el presidente chileno y su rubia esposa (estas tías maduritas, me ponen. Vale, este dato no es objetivo. Aunque mirándola bien... hummmm, ya no) han hecho acto de presencia ante los más de 2.000 periodistas acreditados. "Al Jazzera" tiene un corresponsal allí.  Hasta el "Real Madrid" les ha invitado a ver un partidico en el Bernabeu. Quien llora a Gerardo Fernández Rubio es el alcalde de Degaña (1.233 habitantes), también minero, ante el corresponsal de "El Comercio". Y sus compañeros e hijo, demasiado pequeño para comprender.


Más info sobre la marcas en el rescate

La enfermedad y la capacidad de asombro."Diario del hombre pálido". Juan Gracia Armendáriz.

La vida sigue su curso mientras la enfermedad te mina por dentro. Las parejas se besan, los aviones despegan y empiezas a observar la realidad con otros ojos. "Afinas el obturador de la mirada" para percibir lo que otros no perciben. Abandonas las avenidas y los escaparates para sumergirte en salas de hospital; sales de salas de diálisis renal para tomar unas cervezas con tus amigos mientras no te separas de tu móvil a la espera del transplante que te salvará la vida. Pero sobre todo, no pierdes la capacidad de asombro por los detalles que ves a tu alrededor, no renuncias a disfrutar del milagro de la vida porque no te entregas al lamento y a la autocompasión. La observación de tu vida, la recreación de lo que ves "para huir del silencio místico o del racionalismo miope". Aceptas zambullirte en "el misterio para no ser un triste tecnólogo"  Así que a la manera de un Umbral menos cabreado (¿más sabio?) consignas el paso de tus días en un diario y lo llenas de agudas reflexiones, de detalles reveladoramente insignificantes. La decepción como motor vital.

"Quizá hace falta llegar a cierto nivel de discernimiento para concluir que sólo el afecto nos salva, y que la inteligencia -la auténtica inteligencia- no puede arrancarse del orbe de lo ético sin derivar en una facultad simplemente admirable e igualmente estéril".