Nº Visitas

.

.

Un año sin televisión o por qué un zurullo siempre vence a un roll-on.



Se cumple un año sin ver la televisión, auténtica arma de destrucción masiva. Ojalá lo hubiera hecho antes porque creo que hay no una sino dos circunstancias positivas en ello. La primera es el tiempo que empleas en otras cosas, no diré que siempre sea en leer que quedaría muy cool, pero sí en actividades igualmente interesantes como hacer ejercicio, bajar música y disfrutarla (si algún día viene la SGAE me darán la insignia de tibias y calavera de oro y diamantes mientras me llevan al talego) o quedar con individuos e individuas de interés variado. Eso te lleva, entre otras cosas, a darle al cimbrel bastante últimamente, la verdad. Los que me queréis os alegraréis y los que no... pues no me interesa vuestra opinión. Disfruto de cocinar, de alargar mis días porque no estoy pendiente del inicio del programa "que no puedes perderte" o de mantener el blog con entradas cada vez peores pero qué se le va a hacer. A veces os juro que me siento en un butacón rojo que tengo y me dedico a... pensar. En serio. Deberíais probarlo. Lo de pensar, no lo de mi butaca, aunque estáis invitados a mi casa.


La segunda consecuencia positiva no es un tema ocupacional sino de higiene mental: no veo a la Milá perdiendo la dignidad a cambio de dinero ni a la cutre de la  Esteban, no sé quién es  el chulo putas (sin cerebro) de turno en Gran Hermano que tiene la correspondiente bobita (sin cerebro) detrás o no veo al otro bajándose los pantalones entre las risas de los infelices que le aplauden. Ni programas políticos con opiniones interesadas que no interesantes. O a Sardá y esos individuos que entrevista que deberían estar atendidos psicológicamente y no ser humillados ante millones de personas para ganar audiencia e ingresos publicitarios. Ah, vale que también había documentales en La 2. Los cocodrilos y eso. ¿Siguen los tontolabas de Operación Triunfo? En fin, amiguitos, eso se llama higiene mental. Porque ya sabéis que por mucho que le paséis un roll-on a un zurullo, siempre ganará el zurullo. Y no seré yo quien hable sobre la inmundicia intelectual y humillante que supone la TV, será mi querido Ernesto Sabato quien os advierta al respecto. Por cierto, de crío me aburrían los debates de "La Clave", unos señores que sentados en unos butacones hablaban de cosas serias; hoy sólo un programa así me haría volver a ver la televisión. ¡Ah! ... también me gustaban Orzowei y Sandokán. Además de haber tenido la primera erección que yo recuerde con alguna de Los Angeles de Charlie. Creo que con la rubia.

"Es apremiante reconocer los espacios de encuentro que nos quiten de ser una multitud masificada mirando aisladamente la televisión. Lo paradójico es que a través de esa pantalla parecemos estar conectados con el mundo entero, cuando en verdad nos arranca la posibilidad de convivir humanamente, y lo que es tan grave como esto, nos predispone a la abulia. Irónicamente he dicho en muchas entrevistas que “la televisión es el opio del pueblo”, modificando la famosa frase de Marx. Pero lo creo, uno va quedando aletargado delante de la pantalla, y aunque no encuentre nada de lo que busca lo mismo se queda ahí, incapaz de levantarse y hacer algo bueno. Nos quita las ganas de trabajar en alguna artesanía, leer un libro, arreglar algo de la casa mientras se escucha música o se matea. O ir al bar con algún amigo, o conversar con los suyos. Es un tedio, un aburrimiento al que nos acostumbramos como “a falta de algo mejor”. El estar monótonamente sentado frente a la televisión anestesia la sensibilidad, hace lerda la mente, perjudica el alma. Al ser humano se le están cerrando los sentidos, cada vez requiere más intensidad, como los sordos. No vemos lo que no tiene la iluminación de la pantalla, ni oímos lo que no llega a nosotros cargado de decibelios, ni olemos perfumes. Ya ni las flores los tienen. Algo que a mí me afecta terriblemente es el ruido". 


Ernesto Sabato, "La Resistencia".


Orzowei, buscándose la vidilla con dos trapos y cuatro flechas.

8 comentarios:

  1. No es por fastidiar pero, con perdón, ahí te gano. Tres años hizo a mediados de noviembre que hice mi apagón particular. No radical, ciertamente, algún telediario y algún acontecimiento deportivo esporádicamente.

    Respecto al panorama que se ofrece, de acuerdo contigo al 100% en la descripción de la bazofia y me congratula tu comentario sobre la Mila, algo que no se oye por ahí y ejemplo magnífico sobre cómo alguien puede dilapidar su credibilidad y prestigio profesional por, supongo, la cuenta corriente. Vergonzoso y autohumillante cómo se esfuerza en vender las propiedades de su producto. Demencial.

    A mi lo que más me deprime del panorama televisivo es pensar que hay que suponer que es el reflejo del nivel intelectual de toda una sociedad o un país. No se, me gustaría saber si en países como Alemania, por ejemplo, la oferta es similar. Más que nada por saber si queda algún lugar normal al que exiliarse de una puta vez.

    Mientras no lo hallemos habrá que seguir huyendo literatura mediante. Los libros cuentan unas mentiras magníficas.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Miguel.- ¿Acontecimiento deportivo? Querrás decir fútbol !! No esperaba eso de ti, pero nadie es perfecto (a otros le gustan Hombres G). Yo creo que sí, que la TV es el termómetro cultural de un país. No está La Clave, ni hay programas de historia , apenas hay de literatura, etc... o de debates sociales no manipulados políticamente o de entrevistas con gente presentable. Lo de la Milá da para un post: ¿Todo el mundo tiene un precio? Interesante cuestión.

    ResponderEliminar
  3. ayyyy... la tan traida y llevada caja tonta. Yo la veo como una herramienta mas, y no me como el coco,la veo todos los dias pero como yo quiero que es lo que hay que hacer, si no quieres ver a la Milá, pues no la ves, que quieres ver el futbol, estupendo, lo ves,que solo quieres ver programas de ficcion, pues solo eso. Me da la impresion de que al igual que mucha gente dice que ve los documentales de la dos, queda muy bien decir "yo no veo la tele", y no me refiero a vosotros dos precisamente. Pues yo, si veo la tele, todos los dias, y lo que me da la gana. ¿Me estara afectando la caja tonta y me estoy volviendo tonto, o yo ya era asi cuando no tenia tele?

    ResponderEliminar
  4. Íñigo: del fútbol lo único que me interesa es que pierdan el Madrid y el Athletic y sí, el otro día me busqué una casa ajena en la que poder disfrutar de la humillación que le endiñaron a CR7. ¿El que, además, me diesen de cenar cojonudamente sirve de atenuante a mi pecado?

    Peio: Somos de una generación que siempre ha tenido tele, así que supongo que siempre hemos sido tontos. Lo que cuenta es el propósito de enmienda. En ello estamos.

    Por cierto y al hilo de tele y espectáculos ¿deportivos?. ¿Habéis tenido ocasión de ver en algún momento el wrestling ese o como se llame?
    Cuando descubrí a mi sobrino por primera vez viendo esa zanganada me asusté. "Personificáis el fin de la especie" le solté. Si resulta que miles de personas pagan para ver esa estupidez y, además, saben que es mentira...

    ¿Quedan más pendientes por las que rodar o hemos llegado a abajo?

    ResponderEliminar
  5. Peio.- Llevo un tiempo intentando contestar a tu pregunta y aún no hallo la solución. Y mira que le doy vueltas... jur jur. Pero con la TV pasa lo siguiente: nadie "selecciona" lo que ve, la ponemos echen lo que echen, llegamos a casa y la encendemos como ruido de fondo, cenamos y la vemos, nos amodorramos y está puesta, y ya de paso que echan no se qué, pues lo vemos, o como venía después de lo que yo quería ver pues... Con lo cual lo mejor son decisiones radicales; no tengo tele o sin aparato TDT como es mi caso. Aunque está bien que veas programas de cocina por aquello de los chuletones aunque tú no necesitas ya profes, maestro.

    ResponderEliminar
  6. Miguel.- Digamos que fuiste a cenar a una casa en la que había fútbol en esos momentos. Yo a lo mejor pagaba por ver una pelea de verdad, entre machotes, estilo Ruiz Mateos - el Potro de la Abeja- contra Boyer -el titán de la Filipina- pero saber que es una pelea de coña es lo más patético de todo. Oye, lo mismo le dices esas cosas a tu sobrino y te sale raro, o comunista o algo.

    ResponderEliminar
  7. Excelente, el primer año suele ser un calvario! la adicción de ver "algo", solo para aturdir la mente (o el alma) y así evitar escuchar esas preguntas que nos hacen pensar, nos genera mucha intranquilidad.
    Yo llevo más de 7 años sin ver televisión (en mi casa), tengo la placa para ver por pc, pero esta deshabilitada.
    Obviamente, no puedo evitar ver algo cada vez que voy a lo de mis viejos, ahí la tv es un integrante más del comedor...
    Poco a poco la cosa va cambiando, somos raros los que no vemos tele y si se cansan de decírmelo, pero ya estamos llegando a ser una masa crítica.

    ResponderEliminar
  8. Carlos.- Gracias por pasarte por aquí. Hace tiempo era la clase social en la que nacías lo que diferenciaba a las personas. Después el nivel económico que te posicionaba según tu formación en la sociedad. Cuando todo eso ya se ha igualado y somos una enorme clase media aburrida y caprichosa, lo que va a diferenciar a las personas es la capacidad crítica, la visión distinta de lo que se supone que debemos pensar. Pequeños gestos, grandes pasos.

    ResponderEliminar

TUS COMENTARIOS SON MUY BIENVENIDOS (AUNQUE CREAS QUE NO SON IMPORTANTES)
Puedes dejar un comentario, aún sin registarte, si utilizas COMENTAR COMO: "ANÓNIMO"..pero no olvides firmarlo si deseas que se sepa quién eres... ES MUY SENCILLO.