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Hola, me gustas, ¿follamos? o el orden natural de las cosas.



Me gustó y sin presentarme le dije: "Hola. ¿Follamos? Vivo aquí al lado". Estuvimos fornicando y chupándonos unas cinco horas. Sólo parábamos para ir al baño, traer cervezas frescas de la nevera y poner discos. Cuando se marchó le insinué con suavidad que quizás podíamos ir de bares esa misma tarde, que acaban de abrir un garito nuevo con música en directo. Me la jugaba a cara o cruz pero... ¡aceptó! Nos emborrachamos y en el último bar, jugándome el todo por el todo, la besé en los labios, con un poco de lengua, qué leches... Quedamos para tomar un café tranquilo, pasados los días de rigor, claro. No hay que parecer impaciente. Hablamos de Berlín, música y libros entre pasteles de chocolate y azucarillos. Le acaricié ligeramente el pelo, ya sabéis que hay que arriesgar a veces. Todo bien, de momento. Al final del café, y en un nuevo acto heroico, le pedí el móvil. Como el que no quiere la cosa. Me miró a los ojos un instante ¿sorpresa o pose? y... ¡me lo dio!. Sí, señor. Muy bien, campeón. Nos besamos de nuevo, pero esta vez un beso suave en la mejilla, con cierta timidez. Estas cosas van poco  a poco. El siguiente fin de semana, Carlos inauguraba su piso y daba una fiesta. Así que me armé de valor otra vez y la llamé. Yo estaba muy nervioso pero no quería parecer ansioso. Al principio no me reconoció, lo cual me desanimó pero pensé que igual era su cuota de "naturalidad". Vaya, ese día tenía el cumpleaños de una amiga... pero aun así... ¡vendría a la fiesta en casa de Carlos! Cojonudo. Esto pinta bien, amiguitos, aquí hay tema... Me puse mi camiseta preferida ese día. Nada de camisas, después de 12 años de traje y corbata diarios, les he cogido asquete. Al llegar me pareció vislumbrar una preciosa melena color caoba en la terraza. Me acerqué con un oporto frío en la mano y toqué su hombro desnudo. Cuando se giró la miré a los ojos... ¡qué mujer más interesante! -pensé. Le pregunté su nombre e iniciamos una conversación. De lo más trivial.


9 comentarios:

  1. Nunca me había imaginado como sería una relación al revés. Seguro que de esa forma no habría sorpresas.

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  2. Ulises.- Hummm, no sé... la sorpresa, para bien o para mal, forma parte de la magia de este rollo que llamamos seducción o Amor o... Creo que habría algo mejor que la supresión de la sorpresa: habría comunicación plena. Quiero decir que no estaríamos mediatizados por el juego del sí pero no, del me acerco pero me distancio, etc... ¿nos gustamos? pues follamos. Ahora lo hacemos mal, hemos de disimular, seducir, dejar entrever, sugerir, etc... para al final follar, es decir, tanto esfuerzo para , en ocasiones, poca cosa. ¿Y si al final descubres que la otra persona es imbécil o egoísta? Primero follemos y luego ya veremos si me interesa conocerte. Que un polvo futuro no me ciegue si eres imbécil hoy y aquí. si estás buena/o y nos atraemos, follemos, ni siquiera hablemos. Y luego llegaría la auténtica seducción: el conocer, descubrir, quitar el velo de una persona si merece la pena, sin la presión del instinto sexual desvirtuando todo. En fin, que como soy un gran mentiroso, no acabo de creer lo que digo, ayyyy... la magia del poco a poco... a fin de cuentas somos animalillos con emociones, disimulos,cortejos, etc... aunque te aseguro que lo primero, el aquí te pillo aquí te mato es saludable e igual de instintivo en ocasiones, sin abusar. También entran en juego factores culturales, etc... Pero si has nacido p'a martillo, del cielo te caen los clavos. Sí que creo que cuanto más descarado o descarada eres, más sorpresas buenas te puedes llevar . Ellos y ellas. Un saludo.

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  3. Hola, purita envidia sufro. Que una de mis fantasias sesoales se haya cumplido y además por un decreciente me llena de satisfacción.
    Está claro que el hábito no hace al monje, o ¿con traje te atrevias a saltarte las normas?. !!Así deberian de ser las relaciones para toda/os¡¡.

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  4. Guildenstern.- Je. Cuando llevaba traje por las mañanas, me iba a conciertos punk rock en antros inquietantes por las noches con mi chupacuero. Definitivamente: el hábito no hace al monje.... pero da el pego que te cagas. Gracias por pasarte por estas páginas.

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  5. Admirado bloguero, y filósofo en ciernes, tenía pendiente felicitarte por este post, pero fue leerlo y aunqe me gusta la misma desde hace ummm digamos cierto tiempo, me dije voy a poner en práctica su teoría... así pues líado ando, poniéndola en práctica a mi modo, dícese: llamo a mi chica y la cito en sitios inauditos, el mercado, el carrefur, la busco en la cola de la pescaderia me aproximo por detrás y le digo al oído:me sigues gustando ¿follamos?, así llevamos varias semanas, y hemos descubierto casi todos los lavabos de mi ciudad, no recomiendo en absoluto los de los mercados de productos frescos, lo mejor que hace buen tiempo y a veces quedamos en alguna senda y chico siempre hay un ribazo cerca donde retozar un poco, las noches para dormir y callar, por lo demás cojonudamente. Me apunto a tu orden natural de las cosas, pero tengo una duda ¿dada la tendencia que tenemos hacia la belleza, los difíles de ver no es fácil que reciban muchas propuestas, y si no es así podemos perdernos el coñocimiento de personas que a la vez nos interesen y porqué no follen apasionadamente. En fin...

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  6. Hola,me alegro de que sigas tan activo como siempre... escribiendo, digo, que lo demás, en fin, yo qué sé.
    Me ha gustado la historia y ¿sabes? claro que sabes, así empiezan muchas veces las relaciones, con un encuentro sexual, y luego... poco a poco, la intimidad.

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  7. Arqui.- Hummmm, está bien.. pero ¿para cuándo con una desconocida? Hay que practicar el "amour fou". No te atreves, lo sé.

    Bueno, los difíciles de ver siempre tendrán otros difíciles de ver, por simplificar. Siempre hay un roto para un descosido. Además ocurre una cosa, por supuesto además de que lo de "difícil de ver" es relativo, y es que en ciertos momentos de la vida, obvias lo puramente físico y te animas a probar "difíciles de ver". El erotismo es un campo demasiado rico, amplio. Es inconmensurable. Y cuando encuentras a alguien fácil de ver e interesante, bingo !

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  8. Ana.- Volveríamos al principio del principio.... ¿qué hace que nos atraiga alguien en lo sexual? Pero eso daría para otro post...

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  9. jajaja, sin duda, sí, daría para otro post. Ay..! quién sabe dónde está el principio de un principio...

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