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Soy economista y os pido disculpas.

Ahora, espíritu libre nietzscheano. La misma sonrisa de cabrón.
Antes, Máster del Universo.

Hombre de paja, yendo directo al infierno.
¿Alguien necesita un coche de 60.000 dólares?
¿Alguien necesita que le digan que si escupe contra el viento 
le rebotará el doble de fuerte?

Lou Reed "Strawman"




                                  Editorial Deusto, 2011.-
"Muchas veces son personas instruidas, altruistas y simpáticas las que reciben un salario para destruir empleos y embaucar a la gente. Muchos de ellos ni siquiera creen en la necesidad de realizarlo, piensan que no tienen elección y, si insistes, puede que confiesen que se sienten a disgusto o que sufren por lo que llevan a cabo. Te dirán que el sistema no funciona (en privado), pero defenderán grandes principios perentorios (en público) y continuarán comportándose (en la prácica) de tal manera que cada vez nos acerquemos más al abismo".

Quizás os suene esta historia. Supón que eres economista de formación, supón que te gradúas en un MBA de una de las mejores Escuelas de Negocios de Europa y empiezas a trabajar en una de las grandes empresas de tu país. Tienes una formación superior al 99% de las personas con las que te vas a topar el resto de tu vida. Supón también que en uno o dos años, ya tienes responsabilidades importantes en la compañía de turno (en su mayoría multinacionales o consultoras, después de salir de la Escuela de Negocios): responsabilidades acordes con lo que empiezas a ganar a pesar de tu juventud. De alguna manera acabas siendo dos personas: en tu vida profesional y en tu vida personal. Acabas teniendo que ocultar en la empresa el hecho de que te gusta leer, o escribir, tener aspiraciones humanistas o pertenecer  a  un grupo de poesía. O que te gustan los conciertos punk rock en tugurios nocturnos incomparablemente más sórdidos (y enriquecedores) que las asépticas salas de reunión de la empresa con sus portátiles, aguas minerales y caramelitos de colores. Lo ocultas porque todo eso podría dañar tu credibilidad profesional a ciertos niveles. Haces todo eso y... acabas siendo un borrego. De la élite profesional, pero un borrego. Coges aviones, te alojas en buenos hoteles. Borrego. Al principio es divertido, chic y luego es sencillamente alienante. Con una formación exclusiva, acabas perdiendo lo más elemental: el control de tu destino. Eres una oveja estúpida que gana mucha pasta y que obedeces las directrices de lo único que importa: el MMPRDC (Make More Profit, the Rest we Don't Care about-Haz más benefico, todo lo demás no importa). Y la Vida pasa al lado de uno.




Y es que al final, no existe la ética colectiva (por definición), un grupo con intereses comunes sólo quiere más dinero, más beneficio, más ventas, mejores resultados con menos recursos. Se utiliza lo mejor del ser humano (actitud, resiliencia, compromiso) para alcanzar el presupuesto anual en tu unidad de negocio. Y aún peor, ¿para qué quieres la ética personal? Si no lo haces tú, otro lo hará ¿no? "La culpa no es mía, es del sistema" y todo eso. Y por el camino ganas mucho dinero: el círculo se cierra... pero pierdes tu propia vida. Pierdes el control de tus actos, de tu voluntad, de tu tiempo, de tus aficiones. De los placeres sencillos y momentos mágicos de la Vida. ¿La solución personal? O tirarte a tiempo de la moto (antes de los cuarenta preferiblemente) o ser un muerto en vida con una corbata de 100 euros. ¿La solución colectiva? Entre otras cosas, mayor regulación por parte de los gestores políticos de la res publica para detener el caos al que conduce la avaricia y la mentira de este  capitalismo de ficción ( ver "El estilo del mundo", Vicente Verdú). Porque la avaricia empresarial o colectiva jamás descansará, jamás se detendrá si eres parte del mecanismo. Nunca. El hombre no cambia dentro del colectivo. Pero lo mínimo que se puede pedir a una vida que se tenga por tal es que alcance la mayor cota de coherencia personal posible. Sólo quedan las respuestas individuales: primero, tomar decisiones y después, actuar en consecuencia.




4 comentarios:

  1. Hay que tener un par para saltar desde la azotea cuando has luchado toda tu vida por subir peldaño a peldaño. Por eso eres un puto héroe, aunque sospecho que no te gustará la expresión.

    Mi admiración, ya sabes que la tienes.

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  2. osea que.... te has kitao o te estás quitando????

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  3. Miguel.- Los héroes son las personas que trabajan de sol a sol sin demasiadas alegrías para sacar a sus hijos adelante. Yo era y soy un afortunado. Cambié de vida, sin más. He querido reflejar lo que la ensayista dice sobre esa discrepancia entre las decisiones colectivas y las individuales. Muchas veces, y en diferentes ámbitos, decimos cosas del estilo "qué le voy a hacer", "así es la vida", "si no lo hago yo , lo hará otro",... pero al final son las decisiones personales lo que hemos de valorar, la coherencia personal. Hace unos meses salió un broker londinense alegrándose de la crisis porque le iba a reportar cientos de miles de libras de ganancias. Pues me parece un tipo coherente. Más coherente que otros que dicen ser amigos de los pobres y los desprecian. Más coherente que el político que dice proteger a los humildes y los hunde en la miseria. Si quieres medir a las personas, no tienes más que valorar su coherencia vital. Y especialmente, las importantes decisiones que toman sin caer en la procrastinación, en eso de "lo haré mañana", "ya cambiarán las cosas", "es inútil cambiar", etc... Sólo hay una Vida, aquí y ahora.

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  4. Lore.- Que ya llevo un par de años quitao. Y tan ricamente. Que me quiten lo bailao. Me estoy kitando, me estoy kitando,,,, que ya no me pongooooo ....traje ni corbata .....

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