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La sobria búsqueda de un precario equilibrio.



          "Me arden las sienes pero no es jaqueca sino la sobria búsqueda de un precario equilibrio".
                                                                                                                                             Benedetti. -

El Alma, así con mayúscula. El Alma del mundo, si se prefiere. No se ve habitualmente pero debe de estar en algún lado. Cuanto más exceso tenemos de todo, más fácilmente se oculta entre la abundancia y hace falta destilarla sutilmente para apreciarla. Observar bien primero y sentir finamente después. Exceso de anuncios, noticias urgentes, aeropuertos, tecnología, tiendas de ropa. Semanas de Oro y Días Fantásticos o al revés. Acumule puntos. Toda la información del mundo al alcance de cualquiera. Rasque y gane. Nos sobran productos y estadísticas y datos e imágenes pero algunos bares organizan citas acordadas de 7 minutos para encontrar a una persona con quien hablar. Dicen que se tarda 7 minutos en saber si hay química con una persona. A mí me sobrarían seis; creo en la química de los treinta segundos, escasea pero qué le voy a hacer. Siempre he sido un cabrón radical para esto; no me ha ido mal. Sigo. Conocemos gente por internet. Encontramos más poesía en la publicidad que en nuestras propias vidas. Los videntes están en alza. El Ibex recupera los 10.000. Llame al 906. Un último repaso láser en tu vello púbico para completar el bono de cinco sesiones. Los tomates no saben a nada. En la sección de helados, hoy hay dos por uno. Nos ponen músicas horrísonas al otro lado de la línea telefónica. Permanezca a la espera. No hace falta que hable de la televisión. El catálogo de Ikea. Bueno, no todo son malas noticias: dicen los chicos de  La Oreja de Van Gogh que ahora "han dado un giro rocanrol a su nuevo trabajo". Ya. Y también sabemos, a estas alturas de nuestra Vida, que las cremas del Mercadona son de lo mejor. Pero ¿dónde está el Alma del mundo? Una canción buena entre mil. Una gran película entre cien. Un puñado de personas a lo largo de tu vida, seis o siete, no más. Unas pocas mujeres. ¿Cuántos escritores realmente grandes te han impactado en el último año? ¿En los últimos diez? ¿Cuántas veces has observado los cientos de estrellas en mitad de la madrugada? Están ahí arriba cada maldita noche y no puedes verlas. ¿Cuántas veces has escuchado el silencio de un bosque en los últimos meses? He recorrido media Europa con mucha pasta en el bolsillo, bajo las luces de Navidad, escuchando melodías encantadoras y viendo preciosas dependientas de soberbias tetas, con la tarjeta rebosante y lista para pulirme un buen mordisco de mi bonus anual, recorría todas las plantas de los mejores  almacenes de Barcelona, Londres, Berlín y París... y no compraba nada. Como un muerto en vida con traje oscuro y corbata roja, la de triunfar. Después de recorrer siete plantas, a lo sumo salía con un libro de poesía bajo el brazo. Supongo que intentaba redescubrir el Alma del mundo, también entonces. Quizás sea una tarea que no acaba jamás. Aún estoy en ello. Lucho para descubrir una mirada limpia cada día, para buscar sobriamente un precario equilibrio, como Benedetti. Decía Lorca: "Cuando tenga hambre, no me deis un pan. Dadme medio pan y un libro". Una forma de buscar ese Alma  como otra cualquiera. O decir a tu madre "Te quiero". O dejar que te cale la lluvia de otoño. O abrazar a una mujer desnuda. O...



8 comentarios:

  1. ¨Encontramos más poesía en la publicidad que en nuestras propias vidas.¨.... ZASCA!

    Gracias.

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  2. Estimado Anónimo.- La verdad es que ya sólo se ve poesía en algunos anuncios. Empiezas a verlo, te gusta lo que ves, te intriga, te parece precioso y especial. Al final, te venden un puto coche. ¿Y si buscáramos esa poesía en la Vida cotidiana? En las colas del supermercado, en las bibliotecas, con la dependienta que nos atiende, en los bares, en el mercado -póngame cuarto y mitad de pura Vida- , en la revisión de la Itv, en la sala de espera del Centro de Salud, en la recepción de un hotel. Ahí afuera, en general.

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  3. Mi admirado puto héroe, intentaré responder, por orden, con la poética torpeza que me caracteriza:

    - El mundo ya no tiene Alma pues las personas llevamos 2.000 años declinando en lo moral.

    - Necesito cambiar la canción buena cada mil minutos. Nada emociona eternamente. Aunque es cierto que hay ciertas cosas que llevo escuchando desde finales de los 70. Sí, me contradigo, soy humano.

    - El lado oscuro del corazón. ¿Es cine realmente? Pienso que no. Me emocionará eternamente. Sí, me contradigo, soy humano.

    - Seis o siete serían un tesoro de proporciones...

    - ¿Según qué parametros? ¿Amor, amistad, sexo...? ¿Lo que te hizo sentir o lo que te dio? Una.

    - Ninguno

    - Isaac Bashevis Singer

    - Miles.

    - Cada día. Vivo en el silencio del bosque por elección.

    PD: Olvidó usted una cosa: Creo en el banco de Santander.

    Mi admiración.

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  4. Amigo Miguel.- Mi turno.

    - El alma del mundo: en la mirada mansa del hombre justo. Escasea. Por eso hay que saber ver y no sólo mirar.

    -Canción: "Buenos tiempos" de Innerve.
    Se escucha aquí: http://innerve.bandcamp.com/track/buenos-tiempos

    -Película: "La Gran Belleza" de Sorrentino.

    -Personas: creo que tengo ese tesoro de proporciones inusitadas que configuran unas seis o siete al menos.

    -Mujeres: tres. El resto son tantas que no recuerdo a todas... alguna casada y todo.

    -Escritor en el último año: Peter Stamm. El libro "Tal día como hoy" parece estar escrito para mí en una época concreta de mi Vida.

    -Escritor últimos días años: Kierkegaard. Un autor definitivo si valen filósofos.

    -Noches viendo estrellas: muchas menos de las que me gustaría.

    -Silencio en el bosque: muchas menos de las que me gustaría.

    PD. Creo en mi muerte. Al menos toda la estadística precedente no augura nada bueno...



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  5. ¿Que si valen filósofos? Quienes mueven los hilos de este teatrillo se empecinaron en crear la duda. Y lo consiguieron, . No ya la duda, sino la firme creencia de que no los necesitamos. Es una causa principal del abrumador declive que nos asola. La filosofía, el humanismo en general, ha sido, o está a punto, eliminado de los planes de estudio. En otros tiempos porque cuestionaba a Dios en pos del hombre. En el actual porque cuestiona al becerro de oro, o a su puta madre.

    Eh... ¿Se me ha ido la olla?

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  6. Amigo Miguel .-Creo que esta vez te gano a escéptico. No ya sólo sobre la evolución de la filosofía sino por el hecho de que dudo de que sirviera para algo ni siquiera enseñarla en el colegio. Creo que la filosofía no se enseña, como no se enseña la poesía. Estas cosas llegan a la Vida de uno o no llegan. Se enseña a multiplicar o los ríos de España. Luego, es la Vida la que te enseña y uno intenta hacer pie en donde puede, llámese filosofía o rocanrol, otra de la cosas que nunca defraudan. Uno se come sus penas, como decía Neruda como puede. Por otra parte, enseñar los fundamentos nietzschianos a los 16 años es lo mejor para alejar a cualquiera de la filosofía de por Vida. De todas formas, teniendo Champions League.. ¿para qué coño vamos a leer a Fromm?

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  7. Quizás bastaría con explicar en la escuela: Lógica, física, ética. Ya no tendríamos excusa. Y luego que cada uno haga lo que le salga de los huevos. Hijoputas seguiría habiendo, no?

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  8. Amigo Ariegeoisnavarra.- Sigo con mi escepticismo y las preguntas que me surgen son muchas ¿La ética no se aprende desde la cuna para que sirva de algo? ¿Qué profesores están capacitados para hacer bien esa tarea? ¿Con qué criterio? ¿No es la Vida la que te enseña (o no) esas cosas? ¿Los cerebros tiernecitos estás preparados para esa formación? Creo que uno mama de pequeño lo que ve en su casa, fundamentalmente. Y tampoco eso significa nada para su futuro en muchos casos. ¿Cuántas veces alguien se ha criado en un entorno bueno y sale cabrón (por ejemplo, yo) ? ¿Cuántas veces de un entorno catastrófico han salido excelentes personas adultas? Creo que eso de enseñar en la escuela esto o lo otro es muy complejo y no siempre es garantía de algo. Por ejemplo ¿existe una auténtica formación imparcial? Todo, incluso de forma sutil, está mediatizado por editoriales de libros docente, ideologías políticas , etc... y en última instancia porexperiencias propias del enseñante, etc.... Sería loable una enseñanza imparcial, limpia y objetiva, rica y provechosa. Tan deseable como imposible, me temo. Me recuerda todo esto a la enseñanza, por ejemplo, de la poesía. Es uno de los instrumentos más útiles para la Vida, más poderosos y sutiles a la vez. Pero ¿cómo enseñar poesía? Tema arduo y complicado de nuevo.

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