Nº Visitas

.

.

Algunas noches.




"Pero prefiero seguir aquí corriendo riesgos".
Henry Miller, "Un domingo después de la guerra".




Algunas noches oigo los gritos.
Sé que hay gente escondida en el bosque.
Algunas noches oigo los gritos
de los hombres que ya nunca duermen.
De aquellos que se precipitan desde las ventanas.
De los que ya no están, de los que no volverán.
Oigo los gritos de los que arden al otro lado del río.
Allí.
Algunas noches de invierno rompen el frágil silencio, la quietud falsa de la madrugada.
Sé que no me engaño.
Me despiertan en medio de la noche.
Los gritos que algún día se quedarán...
Se acercan.
Me quedo quieto. Como un muerto.
Aquí.









.

4 comentarios:

  1. De noche o día, es lo mismo, si se camina, se detiene o se tumba uno, se oye de todo tipo de sonidos. Menos mal que seleccionamos lo que nos interesa oir.
    Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  2. Ohma.- El problema, lo interesante, lo inquietante, lo fértil son las cosas que no podemos filtrar ni seleccionar y que nos asaltan en plena noche o en medio de un paso de cebra o tomando un café. Cuando se dispara un no sé qué y hace que nos vengan algunos sonidos, algunas palabras que dijimos o nos dijeron. Suele ocurrir de forma inexorable. Y nos asaltan, nos tumban, sin venir a cuento y no podemos rechazarlas porque son parte de nosotros, de lo mejor o de lo peor de nosotros. Quizás sea el método que utiliza la Vida para hacernos ver lo que realmente importa: aquella mirada, aquella persona, aquel gesto feo o aquel beso dulce. Y suelen venir así, de golpe, sin saber por qué...

    ResponderEliminar
  3. Inquietante, lo primero que me ha sugerido este prosopoema es inquietud.
    Dudo, y valoro motivaciones varias a tu estado: ¿se habrá pasado el sábado con el ácido, se habrá mudado cerca del Arga, lo separará este rio de un manicomio cercano?, estará henchido de un sentimiento ecuménico universal? no te pega nada hacerte el muerto, Quieto tu? Claro que, el miedo paraliza, me agarro a la cita de tu admirado Miller en el encabezamiento del post, así que, a lo loco, me pongo a cotillear ,superficialmente, en interné, y chico, sigo dudando pues no deberías temer porque “Dios se encuentra en todo hombre” , además no te encuentro muy infractor “somos culpables de un crimen, el gran crimen de no vivir la vida al máximo” y sigo para oir, yo también, los gritos “un hombre escribe para expulsar el veneno que ha acumulado debido a su estilo de vida falso. Está intentando recapturar su inocencia, pero todo lo que logra hacer (escribiendo) es inocular el mundo con el virus de su desilusión. Ningún hombre pondría una sola palabra en un papel si tuviera el coraje de vivir aquello en lo que creía”, no creas que esto me aclara mucho , porque si Miller con lo que se esforzó por vivirse , escribió tanto , de tanto y con tanta hondura, no puedo hacerme idea del tamaño de sus creencias, una dimensión que se sale de mis esquemas, así que te diré que no estoy muy de acuerdo con esta cita en su totalidad, se escribe por muchos más motivos que por no tener coraje de vivir. Sin embargo, me topo con sus Reflexiones sobre la muerte de Mishima, (me sorprenden gratísimamente) y, los gritos los comprendo mucho mejor “¿Hace falta, con todo nuestro progreso tecnológico, matar inocentes y culpables? Y si el enemigo de hoy ha de ser el aliado de mañana, ¿qué sentido tiene barrer con él ? O, si solamente es derrotado, puesto de rodilla, ¿por qué el vencedor lo vuelve a poner en pie a expensas de si mismo? Todos conocemos la respuesta a este acertijo. Tenemos que mantener vivos a los demás para mantener vivos a los nuestros. Negocios. Este es el emblema heráldico del mundo moderno. No tiene la menor lógica es una forma de demencia, la demencia de la civilización.” “los más sabios .. no intentan cambiar el mundo, cambian mundos. ..Es decir, cambian su perspectiva y con ello aceptan el mundo, lo que significa comprenderlo, apiadarse del prójimo, convertirse en un su hermano y no en su rival ni su competidor –y menos que nada en su juez.” Asi que casi al final de este apenas comentario y mucho de “citario” a mí me ha llegado un grito de compasión , de petición de piedad para el prójimo, quizá muy próximo al clima de preguerra que vivió Henry en el Paris que le enseñó a VIVIR, “quién quiere vencer, en definitiva? Solo la gente estúpida, artera, malvada. Lo que realmente queremos todos es mantenernos vivos lo más posible, conservando toda nuestra lucidez y nuestro apetito por la vida.”
    Corolario subjetivo: te compadeces de tus iguales, huyes del miedo haciéndote el muerto , pero te quedas aquí, corriendo el riesgo de sufrir y disfrutar lúcidamente, porque tienes apetito vital . Y ahora es cuando me puedes mandar a tomar por saco conscientemente, o, apiadarte, tu eliges seguro que lúcidamente.

    ResponderEliminar
  4. Amigo Arqui. No sé qué decirte. Tan prolijo (en su segunda acepción RAE), tan certero, tan agudo como siempre. Has citado muy bien la esencia de Miller, si bien es cierto que al ser un autor tan grande, casi cualquier cosa suya está revestida de la eterna elegancia de lo verdadero. Pocas líneas de Miller me han dejado de emocionar en mi Vida. Veo, de paso y con alegría, que conoces con cierto detalle la vieja Iruña también. Creo que en algún otro post me lo has hecho saber. Pero especialmente me congratula el que hayas dado con una de las esencias del post: la compasión. A través del latín, viene del griego y significa "padecer juntos". De eso se trata. Nada nos es ajeno. ¿Cuántos hombres habrán oído gritos en la madrugada? No importa si reales o metafóricos. En cualquier cultura o siglo, cuántos hombres en la falsa quietud de la noche habrán sido atravesados por recuerdos, por sus miedos, por sus fantasmas... Cuántos habrán notado el paso inexorable del tiempo finito. Padecemos con ellos. Somos ellos. Camus decía que sólo hay un problema filosóficamente importante: si la Vida merece la pena de ser vivida o no. Por eso, seguir adelante a pesar de oír los gritos que se acercan es lo único importante. Con piedad por el género humano o con ganas de beberte la Vida... qué importa. Baudelaire decía: mi semejante, mi hermano. Celebrar la Vida, a pesar de todo. Salud y larga Vida, amigo.

    ResponderEliminar

TUS COMENTARIOS SON MUY BIENVENIDOS (AUNQUE CREAS QUE NO SON IMPORTANTES)
Puedes dejar un comentario, aún sin registarte, si utilizas COMENTAR COMO: "ANÓNIMO"..pero no olvides firmarlo si deseas que se sepa quién eres... ES MUY SENCILLO.