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Regando la tumba del viejo Jimmy.

Regando la tumba del viejo Jimmy Joyce.
Cementerio de Fluntern, Zurich.-




"Spring's a girl from the street at night /
La Primavera es una chica de la calle por la noche".
The Pogues "Dirty Old town"

Dime qué lees y te diré con quién follas. La literatura muere el 2 del 2 de 1922. Joyce le pega un par de tiros en el culo. El Ulises de Joyce mata a la literatura para siempre. Después sólo quedan arrapiezos, fuegos de artificio, evanescencias.... Ah, no... que acabas de descubrir un autor muy guay para fardar en un taller de escritura de frikis con sombreros trilby. Lee el Ulises de Joyce. Lee el Ulises para averiguar que tus dolores cotidianos -oh, tus dolores, mis dolores, la Vida es tan terrible...- son comunes a los hombres desde el principio de los tiempos; nada nuevo, chico, dolores demasiado manidos ya, casi aburren. Bueno, también puedes leer el Ulises para hacerte el estupendo con la gente esa rara -y generalmente torpe- por los bares; sácales una o dos copas, qué hostias. Así que me meto el Ulises de Joyce entre pecho y espalda. Rock and roll. Y decían que Scorsese sabía narrar historias en lenguaje cinematográfico; un niño en pañales. Joyce ya lo ha dicho todo. Antes de Borges, después de Verlaine. Me he cascado la edición García Tortosa. 908 páginas más 200 de introducción. A la vez estaba con Faulkner. Sí, señor. Dios me ha hecho mala persona pero puedo leer simultáneamente El ruido y la furia y Ulises... y deleitarme a cada página. Sin mencionar a Kierkegaard, claro. Alabado sea el Señor, amén. Quizás tú no te veas capaz pero eres una buena persona. Quizás sea preferible.  No intentes el Ulises antes de los cuarenta. Ya... todos lo intentamos a los veinticinco y no, claro... (cara de circunstancias, el emoticono ese perdedor de los cojones). Si lo intentas después de los cincuenta es posible que tampoco lo termines. Posiblemente no lo leerás completo en tu Vida, la verdad. No te sientas mal, cuida a tu mujercita, vete al fútbol los domingos. No blasfemes y mantén regadito el jardín de los cojones. Recuerda que eres un buen tipo. No te saltes el capítulo de la biblioteca, que te conozco. Yo lo leí en un bar de chinos, medio borracho y bajo atentas miradas bobaliconas. Algún día un post sobre leer en los bares de chinos; benditos sean... Al grano... Ulises, jesuítas en tranvías. Espuma de cerveza negra y el muerto en la caja. ¡Zas! El ruido de una liga de mujer estirada que al soltarse golpea el muslo. Stephen debería haber cuidado a su madre, un dulce beso en la mejilla. Jimmy, arrodíllate tú también ante tu vieja moribunda. Yo beso a mi madre cada día. Y bebo cerveza rubia, negra y colorada y verde. Joyce sabe que Dios es un grito en la calle. Bach inventó el contrapunto, Joyce lo puso negro sobre blanco. La sorna de Cervantes llevaba a la crueldad. Y creemos que Cortázar es original. Molly y su alma/coño caliente y aventurero. Un desayuno en la cama y un monólogo. Stream of consciousness y todo el rollo, pero eso es sólo el principio. Buscando una tasca para comer. Y los borregos en misa o contemplpando el desfile del virrey. Crac-crac, el sonido del mundo. Una eyaculación es un fuego artificial estallando sobre la bahía. Flores y alfileres, semen y tinta fresca, el Ulises.  Dublín, entre el Sagrado Corazón y un almacén de vinos. El cadáver hinchado de un perro en la playa. A los paisanos del capítulo doce me los he encontrado esta noche en el bar de abajo. Un riñón frito sin panceta es un universo vacío. Quizás el Sumo Hacedor tenga sentido del humor a fin de cuentas. Y las tripas haciendo ruidos y un zurullo grande y hermoso saliendo por el recto  en un WC destartalado. Eiaculatio seminis inter vas naturale mulieris.  Aquino, ciego de pintas, allí al fondo, en la penumbra, y las cinco vías tomistas en el fondo de un orinal, publicidad de laxantes. Irlanda, entre el verde y la bota, isla de santos y borrachos. Leopold y su pequeño muerto que le quema las entrañas; los muertos suelen ser muy pesados. Leopold ,su paseo por la ciudad, el mundo, el universo y la historia. Es por tu Vida por donde se pasea Leopold. Millones de hombres  muertos y enterrados. Pero eres tú -soy yo- el importante. Subir al cielo aun utilizando la escalera de servicio. Joder, el Ulises, si empiezas riéndote, sabes que acabarás llorando. Me despierto a las 2:53 de la madrugada y sigo leyendo. Ulises abierto por la mitad entre mis calconcillos y mi camiseta. Ahí, en el suelo, en la penumbra de la habitación. Me empezó a obsesionar de verdad en el capítulo cinco. La Vida está ahí. El viejo Jimmy, autoexiliado en Suiza, broncas en los bares. Te veré en Zurich mientras muere la primavera, mientras muere el mundo y tú te descojonas en tu tumba. Derramaré cerveza en tu lápida, viejo cabrón. Ppprrffffrrrpppp. El ruido de mi culo, el mundo que gira. Un tremendo eructo en la cara de Dios es el Ulises, una paja desesperada como todas las pajas. Bueno, vete a la biblioteca más cercana e inténtalo de nuevo... Doble contra sencillo a que no llegas al capítulo cinco. 

Si pierdes, me invitas a beber por ahí. Y brindaremos por el viejo Jimmy.


Tumba de Joyce.-




5 comentarios:

  1. Estaba yo esperando que se cuajase un flan de huevo, (Receta: x cada huevo la medida de un vasico de leche, (tamaño de chato de vino que te ponían en un Bar el Zamorano de cualquier barrio, antes de que todo el mundo se convirtiera en experto enólogo) y medio vasico de azúcar, batir con la batidora mismamente, verter sobre una flanera caramelizada y hervir en la polla expres al baño Maria mientras te comes una Magdalena o escribes en un blog), y entonces como carpanta que soy, aunque flan no rima con flâneur me he acordado de un amigo, me asomo al ojo de buey de mi submarino y ¡¡ostia!!, aunque haya estado liado cuanto tiempo llevo sin visitar a Iñigo? Y te hallo convertido en el capitán Haddock, bueno yo como te aprecio por lo que eres no por como eres, tú mismo, cuántas cosas haces con el buen uso del factor tiempo, entre otras, y esto te va a herir, aviso, “envejecer snobmente y voluntariamente” querido Iñigo, es evidente que te aburre la monotonía y asin alegras tu vida y nuestras pantallas con tus looks, tus meditaciones… etc. ¡¡¡pero este último atrezzo te hace mayor!!!(me he vuelto muy prudente con los adjetivos disculpa), ya se te pasará la vaina barbera ,y, lo mismo si tardo un poco en volverte a escribir te dejas unas rastas hasta las martens. Pero no solo te he visionado, te he leído y hoy, no se si quererte, pero que repugnantiño estás, yo puedo entender que te guste visitar cementerios, sobre todo después de conciertos, e incluso trabajar en ellos (si te dan la plaza esa barba te va bien te da un aire entre triste , serio y tétrico, que va bien con el rito funebrero) pero lo de alabar tanto a James, qué familiaridad la tuya Jimmy, por Dios!! Menos mal que como me falta un cuarto de hora para los cuartos de siglo he visto que tengo bula outsider, que tranquilo me he quedao, al final padre, de Kierkegaard también me absolvió en su día, total que tengo un pase con lo de Faulkner, que la luz de agosto me gusta mucho para leer en la siesta, ya te he dicho que voy pintando canas y la presbicia hace mella querido presbítero, temiéndome perder la apuesta, cuando coincidamos en algún giro espero llevar cash e invitarte porque se que habrás ganado brindemos por Jimmy y me haces un resumen ok?. Haz el flan está buenismo, ya hueleeee. Salud, rock , gula y lujuria.

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  2. Amigo Arqui.-
    Rico, rico, sí señor. Pues me pillas ahora a mí escuchando el divino Pfffffffffffffíiiiiiiiiii, de una olla a presión en este domingo a la una de la tarde. Que estoy preparando un potaje garbanzos con todos los sacramentos para mí y para mi chica. La he dejado en la cama (noches alegres, mañanas tristes) y a la cocina me he ido a preparar el condumio. Ya te digo, garbanzada puesta a remojo la víspera con sus sacramentos. En concreto chorizo, morcilla y un buen cacho panceta adobada. No mucho más, eh? La media cebolla grande bien picada, pimentón y poco más... Lo austero en el plato es lo más sabroso. Llámame clásico. En fin...

    "Envejecer snobmente". Qué bonito concepto. A mis cuarenta y uno, estoy en ello. Me gustan las canas en mi barba. Me gusta los rasguños en mi alma. Señal de que seguimos vivimos. No soy más que un pesimista que se divierte intentándolo. Sé que la barba te echa unos cinco años de más; no importa. Quiero ser mayor, muy mayor. Ver la Vida pasar reduciendo al máximo las obligaciones, los quehaceres, los compromisos, las actividades y las tareas. Levantarte, rascarte un cojón a través del pantalón del pijama y pensar: qué bonito todo, no? Y pillar un libro de filosfía e ir al parque a leer mientras dar de comer a las palomas. Te digo en serio que sería una existencia estupenda. Y sí, pensando estaba en hacerme enterrador (claro que tendría que pedir excedencia en caso de y eso lo commplica todo). Sería la culminación de la búsqueda de las dos T's; Tiempo y Tranquilidad, con mayúsculas.

    Que me alegro de leerte, coño. Voy a apagar el fuego de la garbanzada y a despertar a mi chica, que es la hora sacrosanta, sublime y arrebatadoramente hermosa del vermú. Os recomiendo probar el Martini Rosato no sólo el Rosso. Con dos aceitunas. Es posible que también caiga un bloodymary, Adiós.

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  3. Yo, acostumbrado a que me miren como a un tarado (me importa el copón, bfff) cuando digo que no leo nada que tenga menos de 50 años, y que no extiendo hasta los 100 la exclusión para no perderme a los escritores sudamericanos del XX, y casi como que me deja usted, no sé...Que sí, que Ulises es un compendio... Chorradas!! Es la puta vida misma y entera. La guía Michelín de las miserias y las posibilidades humanas. Vale, ahí está todo, pero... No me haga sentirme usted mal por leer a Cortázar, Rulfo...

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  4. Amigo Miguel: Alegría verte por aquí, coño. Lejos de mí criticar a Rulfo o Cortázar o Borges o Sabato. Quería hacer ver que había muchas cosas ya inventadas por Joyce. Claro que antes de Joyce todo estaba en Cervantes o Shakespeare, y antes que ellos, tenemos el teatro griego y antes.... seguro que algo había antes... Todos estos autores tienen en común la universalidad. Y si a la universalidad le sumas la emoción personal que unos autores provocan en tu alma, has cerrado el círculo. Son TUS clásicos. Hay pocas verdades en el mundo, y menos aún que lleguen a la emoción en uno mismo. Pasa esto con el cine. Directores como Sorrentino (La gran belleza, Las consecuencias del amor) o Iñárritu ( Babel, 21 gramos) o Terrence Malick (El Árbol de la Vida, To the Wonder) serían comprendidos por un romano (actualizando el canon estético) y emocionarán a los hombres del siglo XXII. No creo que escenas de Malick en esas pelis sean peores que muchas de John Ford. Seguro que has visto alguna de esas pelis o todas -no quiero parece un snob. Para mí, ya son MIS clásicos (universales + emoción personal). Lo mismo con la música, disfruto con grupos actuales que no son los Pistols, pero me emociono con ellos y me hacen sudar como un perro ciegoputo de cerveza.
    Alabados sean los autores de cualquier disciplina que emocionan con valores universales. Hay una línea invisible que los conecta en el tiempo. Aunque esa línea esté en el corazón de cada uno. Olé, qué bonito...

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  5. Adenda: He citado a Borges. Borges no me emociona tanto. Demasiado cerebral. Debería comer con los dedos alguna vez...

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