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Eres un puto perdedor.


"La masa quiere clase".
Christopher Hitchens, "Amor, pobreza y guerra".
Edit. Debate, 2010.
"He decidido comportarme, 
sonreír a los idiotas, recibir  a las visitas, ...
he decido controlarme y callarme las verdades".
Ilegales, "He decidido comportarme".- 


Sinceramente creo que puedes hacer más. Tu cutis puedes estar más terso, tu cintura más delgada, tu piel más joven. Tu coche no es suficientemente deportivo, tenemos un nuevo modelo justo para ti. Hay una colonia más sugerente, atrévete a ser más salvaje. Follarás más. Tu bienestar no es suficiente, tienes que exigir más. Siempre más. No estás bien ¿lo notas?, tienes un complejo vitamínico más eficaz. Tus vacaciones no tienen por qué ser tan vulgares, hemos ampliado nuestras ofertas en el Caribe. Dixan lava más blanco. Tus gafas no están a la moda, tienes éstas más fashion, lo que tú te mereces. Tu banco no te trata suficientemente bien, nosotros somos más cercanos. Tu aspecto de pelo no es muy saludable, tienes este champú que te dará más brillo, qué matices. Y el inglés ¿qué te vamos a contar del inglés? Nuestro método es más intuitivo, aprenderás más rápido. No duermes bien de noche ¿verdad?, prueba nuestros tés, han germinado en las colinas de Chorrapina. No lo estás haciendo bien del todo, eso se nota. Tu compañía de móviles no es muy amable, la nuestra es más como una amiga. Es que tú eres importante para nosotros. Tu compañía de seguros, qué precios, la nuestra es más completa. Y más sencilla de contratar, no sé si lo he mencionado. Tu compañía de aviones es, por decirlo suavemente, una mierda,... mira, nosotros tenemos más rutas y azafatas con más tetas. Ese colchón de descanso no tiene nuestra tecnología, el nuestro está probado en más laboratorios. No sé cómo te atreves a ir con ese reloj en la muñeca, el nuestro es más suizo. Deberías prestar más atención. Tu lavadora puede mejorarse, la nuestra tiene más programas. Tu cadena de televisión no te da una oferta suficiente, nosotros tenemos más partidos. Tus dientes no están muy blancos, nuestro enjuague bucal, mata más bacterias. No quieres suficientemente a los tuyos, se nota. No deberías beber ese mejunje, nuestros vinos tienen más bouquet. No sabemos en qué tipo de hotel piensa alojarse, pero recuerde que los nuestros son mucho más luxury urban resorts. 


En resumen, que eres un pobre diablo, un puto perdedor.

¿Cómo te has podido conformar con tan poco hasta ahora? 
Nosotros siempre te daremos más. 


Gentrificación... y bares.



Hablar, hablar, hablar...
Bailar, bailar, bailar...
Beber, beber, beber...
Los Zigarros, "Hablar, hablar, hablar".-



Aquí. Bebiendo. Básicamente.

Gentrificaciónproceso de transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio deteriorado es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva (Wikipedia-wiki-wiki).-



Una de las cosas de las que estoy más orgulloso es de haber nacido en la parte vieja de mi ciudad. Ya sé que eso uno no lo elige, pero estoy contento de estas calles. Eso imprime carácter, como los jesuitas. Si quieres conocer una ciudad, emborráchate en sus bares más antiguos. Otros te dirán que visites sus museos; a tomar por culo los museos. No sabes nada sobre arte y vas a un jodido museo. Claro que luego puedes fardar por ahí. Es que a mí me gustan los impresionistas. Claro. Qué bonito el museo d'Orsay ¿verdad? Ni te acuerdas de lo que viste, cretino/a. Sigamos, que me disperso.  Las calles en las que naces cambian. He vivido en Madrid y Barcelona varios años... pero ¡ay!, mis callecicas de lo viejo. Mis calles -mías, Fraga, entérate-. Así que uno siempre vuelve a ellas. Siempre vuelves, tarde o temprano. Para rastrear tu infancia, para buscar a las chicas que no volviste a ver, para emborracharte, para recorrer librerías, para charlar tomando cafés largos y sin prisa. Y uno las ha visto cambiar mucho. Sus encantadores yonkis -con más hueso que futuro- como profetas iluminados arrastrándose con su chándal, su bollo y su lata (que ahora vuelven, por cierto, debe ser la crisis y tal), tu primera bici que frenaba con el pedal hacia atrás, los ultramarinos donde  comprábamos Panteras Rosas de críos, los parques en donde jugábamos -soy de la última generación que jugó en la calle- , mercerías de las que ya no quedan (molaban las fotos de tías en ropa interior), las primeras erecciones cuando tu vecinita se sentaba a horcajadas sobre ti, los secretas sacando las pistolas. Coches ardiendo. Cualquier puto crío distinguía a los Clash de los Pistols con doce años. Todo realmente entrañable.Todo muy constructivo. Ves gente a la que no veías desde hace veinte años... y aún los reconoces. Qué viejos ellos, qué viejo yo. Basta de batallitas.


"Cuando era joven quería vivir en una ciudad grande.
Cuando perdí la juventud quería vivir en una ciudad pequeña.
Ahora quiero vivir".
Angel González.-

Pero una cosa sí ha cambiado mucho, y es que... amiguitos... ya no quedan bares de rock. Apenas. Ahora ha llegado la gentrificación y tenemos bares modernukis. Con lamparitas guays, revistas de diseño para su lectura y consulta en plan estupendo (supongo que debes poner cara de estar en el rollo sobre el último grito en moda nórdica para el hogar) y música chill-out. Los pelmazos del vintaaaage. Lo dicen así, alargando la a. Tócate los cojones. El feng-shui que disimula su mierda de vida contra el pintxo de tortilla y una buena sidra que te la alegran. No queremos gastrobares, queremos tascas de taburete y serrín. Y un chupito hierbas desparramado por los dedos y brindado a tu salud. Te relames la punta del dedo corazón, la auténtica sangre de Cristo, la celebración de la Vida. Creo que no hará falta que hablemos de las ya hace tiempo inexistentes tiendas de discos; eso da para otro post. Así que uno tiene que refugiarse en esos cuatro baretos que aún resisten con sus barflys canosos y barriguillas (lo mismo estoy yo incluido) y tirando a perdedores, con su colección de CD's polvorientos (el espotifay es una modernez), sus camareras que eran unos bollycaos... hace veinte años, claro. Ahora se pasean con dos niños y están gordas. G.o.r.d.a.s; ya sé que no es políticamente correcto. Otros somos malas personas, lo que es peor. Hala, ya está. Corrección política en el blog de al lado. Supongo que el tiempo no espera a nadie y donde antes había una tasca, ahora hay una galería de arte toda cool. Donde antes había una cuchillería, ahora una boutique. Oui, oui, ya sé, ya sé. Que si no fuera así, las partes viejas de muchas ciudades se habrían convertido en ratoneras. Chueca, el Born o Malasaña por ejemplo, estuvieron a punto de serlo -alguna de ellas lo fue definitivamente- y los modernos o los nuevos inversores las salvaron de alguna manera. Mundos aparte, Lavapiés y Raval tienen su propia idiosincrasia. Tiempo atrás, Barrenkale en Bilbao y Calderería en Pamplona. Que es el precio que hay que pagar, que mejor una tienda delicatessen que una bajera (que decimos por aquí) cerrada. Lo sé... el paso del tiempo, que tampoco me quiero hacer trampas en el solitario. Pero que uno tiene su corazoncito a pesar de la pose de malo y tal -es eso, pose, que yo soy un chico muy sensible- y se acuerda de cómo eran las calles antes. Sin más. Que no quiero daros la tabarra tampoco.