Si tienes dinero en el banco, en tu cartera y algo de cambio suelto... estás en el 8% de la riqueza del mundo.
Si te has despertado esta mañana con más salud que enfermedad... eres más afortunado que el millón de personas que no sobrevivirán a esta semana.
Si nunca has experimentado el peligro de la guerra, la agonía de la prisión o la tortura o el azote del hambre... tienes más suerte que 500 millones de personas que lo sufren ahora.
Si puedes leer este mensaje... eres más afortunado que 3.000 millones de personas que no saben leer nada.
No está mal como "removedor" de conciencias, aunque sabiendo cómo las gastamos pues habrá a quien le parezca insuficiente, a quien le parezca demagógico, a quien le parezca mentira...
ResponderEliminarSabes? Sería interesante hacer el experimento de pedir a una cierta cantidad de personas su opínión acerca del mensaje. Creo que según a cual de las opciones antes citadas, u otras, a las que se sumase cada uno diría mucho de su personalidad.
Así en reposo, sereno,reflexivo, no no puedo quejarme , estoy dentro de todos los puntos, pero ocurre que al momento mi mente , mi genio olvidan estas verdades y me cabrea que se me peguen los garbanzos, que las niñas no ayuden, que siempe sea yo el qe baje la basura, envidio el oonstante idilio otras parejas que funcionan mejor que la mía, no poder ir a Paris cada otoño, y así olvidamos la premisa principal,somos privilegiados, y todo lo que nos cabrea, y nos da envidia por hablar de algo, lo podemos solucionar nosotros mismos y ni siquiera es importante para vivir, solo hay algo que no podemos elegir la salud , y ahora el trabajo. Todo lo demas lo construimos y destruimos a nuestro antojo, en caso de querer ser libres , pero eso es otro post. En fin no me quejo, si logro tener en memoria el mensaje anterior no me quejo, ayyy pero que pronto se nos olvida.
ResponderEliminarMuy bueno, Iñigo. Esto es lo que se llama poner los puntos sobre las íes. Trataré de recordarlo, la próxima vez que vaya a quejarme por algo.
ResponderEliminarSanti Elso
Miguel,-
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con tu apreciación. Lo bueno es que son datos objetivos, cómo se enfrente cada uno a ellos es muy personal y significativo. En cuanto a mí, me posicionan en relación a cuánto dolor es asumible todavía en mi vida. Visto lo visto, considero que aún debo sufrir más para tener derecho a quejarme con fundamento. Me considero un tío afortunado , aunque feo.Tampoco quiero decir con esto que por vivir en Occidente debas ser feliz: puede morir tu hermano mañana mismo o un cafre puede dispararte (tenemos cerca muchos tristes ejemplos) por no pensar como él. No obstante, todos habríamos elegido nacer en Occidente de haberlo podido hacer antes de salir al mundo . Eso es lo que quiero recordar con esto. Por cierto, tú no te mojas.
Arqui.-
ResponderEliminarTienes razón; se nos olvida, por eso hay que hacer esfuerzos regularmente para no perder la perspectiva de dónde estamos y qué tenemos. Distanciarnos periódicamente de nosotros mismos para reposicionar nuestra alma. Lo que pasa es que, como decía Schopenhauer, el hombre se mueve entre la necesidad y el aburrimiento. Por eso queremos siempre más, nos quejamos de minucias y retrasamos los cambios vitales para mañana, mañana...Cuando conseguimos algo ya nos creemos con derecho a ello y hasta nos aburrimos cuando lo hemos logrado: bienestar, un buen curro, el amor desagastado por el tiempo, siempre la necesidad y el aburrimiento al acecho como el gato y el ratón. Es humano. También podemos pensar... si mis necesidades materiales están razonablemente cubiertas por el estado de bienestar, ¿por qué no atrevernos a mejorar en lo espiritual, haciendo los cambios pertinentes, aunque sean radicales? Se acabó el amor, separación; angustia en el curro, lo dejas. No te vas a morir de hambre... ¿secillo, no? jeje
Santi,.
ResponderEliminarEso es bueno... todavía nos queda una cuota soportable de dolor en nuestro umbral de percepción tolerable. Pero que tarde en llenarse...
Lo peor de todo es que todas las cifras van en aumento, y nosotros seguimos estando arriba. Eso sí, formamos parte de porcentajes cada vez más pequeños.
ResponderEliminarVeras lo que a priori parece un motivo de alegría para mi no lo es. No somos afortunados por pertenecer a ese reducido porcentaje de personas con una buena perspectiva de vida, educación, sanidad, etc. Si no responsables, de alguna manera, de que esos porcentajes de pobreza e indefensión aumenten año a año. No es mala suerte de los que engordan las estadísticas negativas, más bien consecuencia de las acciones o inacciones de los que vivimos a este lado y no me produce alegría sino tristeza que esto sea así. No me siento orgulloso, lo siento.
ResponderEliminarPD: Por fin un poco de buena música y no esos pesados de los Rolling. Esta vez música extraordinaria (y triste).
Estalker.
Estalker.-
ResponderEliminarMás que alegría por estar en el porcentaje, quería transmitir si realmente tenemos derecho moralmente a quejarnos de nuestra plácida vida material. No hay que alegrarse de no estar en Africa sino valorar el estar aquí. Respecto a sentirnos culpables de ser ricos... es tan complejo... yo no me siento culpable, si te soy sincero. Yo creo más bien que la solidaridad hay que demostrarla. Yo te conozco, sé que tú eres un gran tipo y seguro que haces cosas. Pero -hablando en general- estoy convencido de que la mayor parte de la gente que se escandaliza por el liberalismo, el capital y el tercer mundo, no visitan a presos en las cárceles, no ayudan en las barriadas obreras de las grandes ciudades,no echan una mano a quien tienen al lado, no visitan enfermos en los hospitales, etc... (yo no lo hago tampoco, cierto) ...eso sí, saben criticar a Bush, los ricos y al capitalismo en los bares de moda de la ciudad. Son progres fashion.Incoherentes. Prefiero una persona coherente equivocada que un progre incoherente. Yo no critico al capitalismo sino a quienes se dejan arrastrar por él en forma de consumo o estupidez intelectual. ¿Pero tiene la culpa el liberalismo como sistema abstracto o nosotros mismos? Igual el capitalismo es endeudarte para comprar una TV de plasma o reformar una cocina que no necesitas, igual el capitalismo son nuestras propias debilidades. Recuerdo que hace años, muy de vez en cuando,solía llamar alguien a mi puerta pidiendo para comer ¿Les cerramos la puerta asustados mientras nos cagamos en las multinacionales? Por darle un bocata a un pobre no somos mejores pero sí más coherentes o menos incoherentes. Si hasta los pobres nos asustan.
Y por supuesto creo que el mundo puede cambiarse tan sólo cambiando tú e influyendo en las 5 o 6 seis personas de tu entorno. Más de eso, intervienen las debilidades humanas, los egos, los intereses de grupo, etc... Birra pendiente tenemos. Te llamaré.