La vida sigue su curso mientras la enfermedad te mina por dentro. Las parejas se besan, los aviones despegan y empiezas a observar la realidad con otros ojos. "Afinas el obturador de la mirada" para percibir lo que otros no perciben. Abandonas las avenidas y los escaparates para sumergirte en salas de hospital; sales de salas de diálisis renal para tomar unas cervezas con tus amigos mientras no te separas de tu móvil a la espera del transplante que te salvará la vida. Pero sobre todo, no pierdes la capacidad de asombro por los detalles que ves a tu alrededor, no renuncias a disfrutar del milagro de la vida porque no te entregas al lamento y a la autocompasión. La observación de tu vida, la recreación de lo que ves "para huir del silencio místico o del racionalismo miope". Aceptas zambullirte en "el misterio para no ser un triste tecnólogo" Así que a la manera de un Umbral menos cabreado (¿más sabio?) consignas el paso de tus días en un diario y lo llenas de agudas reflexiones, de detalles reveladoramente insignificantes. La decepción como motor vital.
"Quizá hace falta llegar a cierto nivel de discernimiento para concluir que sólo el afecto nos salva, y que la inteligencia -la auténtica inteligencia- no puede arrancarse del orbe de lo ético sin derivar en una facultad simplemente admirable e igualmente estéril".
Casualmente ayer terminé de leer el diario y desde el principio quedé atrapado en su lectura; no sólo por su excelente prosa, sino por la sensación de que el tiempo transcurre de una manera más lenta y viva para el escritor y bastante más rutinaria y rápida para el resto de personajes que le circundan. Ha conseguido reflejar la enfermedad como una vara de medir el tiempo muy intrigante.Inx.
ResponderEliminarInx,. Cierto, cierto. Pero vayamos más allá. ¿Puede el arte, el buen artista, tener esa vara de medir tan especial ( y no sólo para el tiempo) sin pasar por la penalidad de la enfermedad? Y digo no sólo el tiempo porque podemos pararnos a contemplar con otros ojos, por ejemplo, las relaciones con los otros, los detalles aparentemente insignificantes que vemos pero sumamente reveladores, etc... Quizás eso sea el arte. Nos vemos.
ResponderEliminarDebería, porque si no es así estamos apañados...o entonces la solución a crear es demasiado fácil.
ResponderEliminarPor cierto....extraordinarios!!!...los 'calabazas', una de mis favoritas...'se te va' mejorando el gusto.