Hay quien dice que hoy en día hemos perdido la espontaneidad. Prisas, stress, crisis... Parece que ya no queda tiempo para los pequeños encuentros humanos, naturales y que no pidan nada a cambio. Pero historias como ésta hacen que volvamos a confiar en la espontaneidad de los pequeños grandes gestos, esos que de repente te reconcilian con la Vida.
El Centro Dana-Farber (Boston) es un hospital puntero en la lucha contra el cáncer a nivel mundial y actualmente está construyendo un ala nueva en sus instalaciones. Entre los pacientes que atiende, hay niños. A uno de ellos se le ocurrió escribir su propio nombre en una cartulina y exhibirla por la ventana. De forma espontánea, los currelas que levantaban enfrente de sus ventanas el nuevo edificio, escribieron ese nombre con pintura de color fosforito en el andamiaje de la obra. Con el paso de los días, más niños escribieron sus nombres a través del cristal y los obreros los reprodujeron entre sus hierros con colores llamativos. Cada vez que un niño ve su nombre escrito al otro lado del ventanal, el resto aplaude y vitorea. Quizás los trabajadores jamás conozcan a esos niños, sin embargo, el simple gesto de poner sus nombres los ha unido a todos para siempre como lo que son: seres humanos en diferentes circunstancias que tienen la lucidez de parar a mirarse unos a otros durante al menos un instante en sus vidas.
Primero, los niños muestran los nombres... |
Más info aquí (The Boston Globe)
Conmovedora historia y buen post, emotivo ,necesario, como los pequeños gestos, ¿acaso la vida no sino eso una suma de pequeños gestos?no son imprescindibles pero si necesarios, hay algo que caliente más el alma que acerque más que un buen gesto de un ser humano hacia otro, un simple gesto que dice , vivir es mejor porque me ves porque me tienes en cuenta.
ResponderEliminarEs desgarrador ver niños con esa enfermedad, desgarrador porque es cuanto te das cuenta que nos han vendido un Dios de aire. Se me ponen los pelos de punta solo con ver y pensar en esas imágenes y en ese gesto de solidaridad y amor de los del andamio. Creo que no podría ir de espectadora a ese lugar, sentiría demasiado dolor, demasiada impotencia...
ResponderEliminarBlondie
http://eldivandelloko.blogspot.com/
Arqui.- Lo cierto es que la noticia lo dice todo. Nos conmueve más porque se trata de un terreno de vida y muerte y hay niños implicados. Pero como tú bien dices, la vida está llena de esos pequeños detalles... o puede estarlo si nosotros los llevamos a cabo. ¿Qué cuesta pintar un simple nombre? Nada y supone tantas cosas... A menudo nos dejamos impresionar por gestos ajenos cuando todos podemos empezar a hacerlos, sencillos, y hasta anónimos. No pretendo convertirme en un santurrón de los pequeños gestos -en general soy bastante cabrón tirando a impresentable incluso- pero qué bien sienta en ocasiones hacer alguna cosa bonita (a ti y a quien la recibe) y como bien apuntas, no son imprescindibles pero tan necesarias....
ResponderEliminarBlondie.- Hay hechos incomprensibles en la vida. Siempre me han interesado las respuestas, si es que las hay. ¿Ayuda mucho la fe llegado el caso?¿Existe finalidad en el dolor?¿El dolor está en los hechos físicos o en nuestros sentimientos? ¿Hay alguna diferencia acaso? Si la bondad en ocasiones tiene como resultado el dolor ¿todo mal tendrá su castigo? ¿Vale para algo la filosofía, el arte y el pensamiento humano ante el dolor? ¿Hay alguna utilidad en el dolor gratuito? Bueno, suficientes preguntas por hoy....la Vida sigue. Siempre.
ResponderEliminarLa primera vez que empecé a sentirme no creyente fue en mi cole de monjas cuando en clase de religión me contaron que Dios premia a los buenos y castiga a los malos. ¿Castiga a los malos?, pensé…¡pues vaya cabrón!, ¿no es bueno y omnipotente, ¿entonces?, ¿porqué no les da otra oportunidad en vez de enviarles de cabeza a las llamas del averno?.
ResponderEliminarLuego más adelante me di cuenta que muchas veces se cebaba con los buenos, con gentes que eran extraordinariamente buenas, con niños inocentes y eso pues como que ya no me encajaba…¿De manera que son buenos y Dios les premia con una terrible enfermedad o accidente o permite que mueran en atentados, etc…?
Y entonces comprendí que era yo misma la que tenía que aprender a cuidar de mi, no hacer el mal, no por temor, sino porque a mi no me gusta que me lo hagan y porque siempre entendí eso de que mi libertad empieza donde acaba la de los demás.
Pero esto no quiere decir nada porque estoy convencida que cuando me vea en una de esas tremendas, me aferraré a la fe como quien se aferra a un clavo ardiendo, por algo dice el refrán que la esperanza siempre es lo último que se pierde…
Blondie
http://eldivandelloko.blogspot.com/
Blondie.- Interesantes reflexiones para saborearlas junto a una taza calentita de té un sábado por la tarde. Vamos por partes... y por hacer de abogado del diablo -que a mí siempre me ha gustado (el Señor Diablo y ser su abogado)-. La teología ortodoxa te contestaría con un concepto agustiniano, el libre albedrío. Dios crea el mundo y con él todo lo que lleva aparejado: muerte, dolor, sufrimiento, felicidad, etc... por eso mueren los niños. Pero , y aquí está el truco,la "ciudad de Dios" repartirá castigos y premios TRAS la muerte. Hasta entonces el hombre vive en esta mierda de mundo y actúa según su propio criterio, tiene libertad para ser bueno o malo. Otro truco ¿qué es ser bueno o malo? Así que Agustín introduce una teología tremendamente dañina para el hombre. NO es aquí sino ALLÁ en donde tendremos lo merecido... así que ¿qué tenemos aquí para consolarnos? La Fe. Otro truco ¿y el que no tiene? ¿Utilizar una ética utilitarista? ¿No hacer a los demás lo que no quiero que me hagan? ¿Eso es todo? ¿Y si la finalidad justifica los medios en ocasiones, me abstengo de hacer algo por un mero respeto humano? Creo que Camus decía: si Dios no existe, todo está permitido... estamos jodidos... yo intento ser malote, que no malo ... je je.
ResponderEliminarBonita historia.Intentar aliviar el dolor del otro es algo natural en el ser humano,para algo somos la especie animal mas evolucionada del planeta.Yo no creo en la existencia de dios,pero creo en los Humanos,en este planeta eterno (que es la única eternidad que conozco)y en nuestro destino de hacer del mundo un lugar mas habitable para todos. Bueno en fin menuda txapa
ResponderEliminarLore.- Pues a veces parece mentira que seamos la especie más evolucionada. Hacemos cosas que no hacen ni siquiera las peores alimañas. Tenemos guerras, odios y hambre pero también el amor, la solidaridad y la cerveza fresca. La botella medio llena o medio vacía.... besicos....
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