"La vida es el trabajo y el trabajo es la vida, no sé dónde está la diferencia" -comenta riendo Indra Nooyi. "Comenta riendo", eso es lo peor. Has hecho realidad el sueño americano desde la humildad de tu infancia. Casi logras convencerme. Eres la ejecutiva más poderosa del mundo. Y eres idiota, Indra, aunque seas buena en lo tuyo: la excelencia empresarial, la actitud competitiva y eso. Dices que no sabes si eres buena madre o compañera, pero sí intentas ser una buena ejecutiva. Tú misma lo dices: hace tiempo que decidiste dejar de sentirte culpable por el tiempo que dedicas a la gente a quien quieres. Y lo proclamas en las entrevistas del Financial Times. Que te den, Indra. Porque tu ejemplo no vale para las mujeres que se esfuerzan en sacar a sus familias adelante con trabajos humildes y siendo a la vez buenas madres y compañeras. Igual que tantos hombres. Ellas no piensan que el trabajo sea lo más importante, ellas piensan en el concierto de flauta de sus hijos este viernes en un salón de actos desconchado de su cole o en lo mucho que beben sus maridos por el hijo que perdieron. Ellas no necesitan que su trabajo sea lo más importante aunque no tengan chófer ni guardaespaldas. Ellas no quieren un trabajo de sol a sol, durmiendo en hoteles a 12.000 kms. de casa trescientas noches al año, no quieren salir en las revistas. Aunque en el fondo da igual que seas hombre o mujer, hoy ni siquiera es cuestión de sexo; quien voluntariamente sacrifica un minuto de su tiempo para dárselo a una empresa en vez de a los suyos, es simplemente un estúpido. Tú no has triunfado en nada. Que te jodan otra vez, Indra, a ti y la pepsicola o la cocacola o lo que sea que vendas.
Indra Nooyi, buena ejecutiva e imbécil. |
Esta es tu vida, aprovéchala hasta la última gota.
Nunca vas a estar mejor que ahora.
Esta es tu vida y se acaba a cada minuto.
Esto no es un seminario, esto no es un retiro de fin de semana.
Ni te imaginas lo bajo que podrías llegar a caer.
Sólo después del desastre puedes resucitar.
Sólo después de haberlo perdido todo eres absolutamente libre.
Nada es estático, todo evoluciona.
Todo cambia y se deshace.
No eres un único y encantador copito de nieve, eres de la misma materia orgánica que el mundo.
Somos parte de la misma capa de compost.
Somos la mierda bailante del mundo.
No eres tu cuenta corriente.
No eres la ropa que vistes.
No eres el contenido de tu cartera.
No eres tu cáncer de colon.
No eres un cappucchino especial.
No eres el coche que conduces.
No eres unos putos pantalones.
Tienes que renunciar a todo eso.
Tienes que saber que algún día la palmarás.
Hasta que no seas consciente de eso, eres completamente inútil.
Nunca quieres sentirte completo.
Nunca busques estar contento.
Aléjate de los muebles suecos de diseño.
Aléjate del arte inteligente.
Aléjate de una piel tersa y unos dientes perfectos.
muy bueno Iñigo, si señor así se habla
ResponderEliminarLa chica de la bici:
ResponderEliminarHay venía yo, en la bici, pensando en trabajos, empleos, en qué hacemos con nuestras vidas, que estamos perdiendo ligeramente el norte en la relación individuo-sociedad y viceversa, quién a quién entrega qué...
Pensaba en quién y qué nos da la medida de nuestras vidas, nos avisa de si vamos por un camino enriquecedor y satisfactorio, o hemos metido la pataza.
Si soy capaz de dejar una pila de libros que me espera para regar las plantas de mi casa, va bien. Si, por mucha prisa que tenga, nunca olvido (o desprecio) el beso de hola y de hasta luego, va bien. Si allá donde voy acudo en bici, va bien.
El éxito profesional es un invento del S. XX. (Hacia rutas salvajes) mensaje subliminal, presente en tantas y tantas cosas, que nos han ido colando desde entonces. Huxley, a su manera, el Julio Verne de su época (sí, Íñigo, ya se, soy un canso, pero es que...)
ResponderEliminarIndra, eres una pieza más, eres mi enemigo (La polla records)
Yo nací para robar flores en la avenida de la muerte (Charles Bukovski) Tú, Indra, transitas por esa puta avenida como un zombi, ya que has renunciado a tu condición de persona en pos de un éxito que es una ruina vital. Tranquila, no estás sola. La soledad solo se siente desde la humanidad y tú nunca sabrás qué es eso.
Jódete.
Me he reído mucho con lo de "buena ejecutiva e imbécil". jajajaja
ResponderEliminarSobre esta mujer, signo de los tiempos, me acuerdo de lo que decía una persona a la que llegué a conocer: "Tus compañeros de trabajo no irán a cogerte la manita cuando estés en la cama recibiendo quimioterapia".
Lore.- Gracias.
ResponderEliminarChica de la bici.- Mientras no te pongas a leer las plantas mientras riegas la pila de libros, va bien.
ResponderEliminarMiguel- Hasta que no leas "Las puertas de la percepción" no sabrás quién es Huxley
ResponderEliminarLuistarrafeta.- Estaría bien un post sobre la gente que iría a verte de corazón en una situación así. Treinta personas? Tres? Cien?
ResponderEliminarPues sí, podríamos decirle a esa Indra otra frasecita sobre el trabajo más vieja que la tana: hay quien vive para trabajar y quien vive de su trabajo.
ResponderEliminarLos primeros son victimas de la empresa privada, permiten ser estrujados al máximo y a cambio son victimas del consumo, sus casas cada vez son más grandes, sus coches de mejor marca y juegan pádel cuando el jefe les permite un hueco de libertad en sus encarceladas vidas, que dicho sea de paso es las menos veces, pero eso si tienen asegurada una muerte limpia, la palman de infarto a la menor de cambio y como dijo James Dean, mueren jóvenes y tienen un bello cadáver.
Los segundos, los que viven de su trabajo son los mindinguis, pero los que dentro de todo este tinglado son más libres, no pueden comprarse una casa donde vivir sin hipoteca, pero a cambio pueden viajar los findes y los puentes, disfrutar su merecido mes de vacaciones con los suyos y escuchar con verdadero placer el concierto de flauta de sus hijos y hasta grabarlo con video para que luego lo vean los abuelos y los amigos en casa.
Indra ya no tendrá un bello cadáver porque comenzó mayor, pero si tendrá los recuerdos de cuando no era poderosa y pudo disfrutar de los suyos, sin grandes pretensiones de consumo, si ahora ha elegido ese camino, peor para ella…Yo me quedo en el mundo de los mindinguis, sin dudarlo, y eso que tampoco me gusta…
Lo mejor evidentemente ese es punto intermedio que tan solo disfrutan unos cuantos privilegiados, esa vida bohemia que les permite subsistir y ser libres, ser dueños de su tiempo, sin depender de nada ni de nadie, pero ese punto es difícil de alcanzar y no todos podemos…. Bien por ellos, ellos si que son dignos de envidia porque pasan por la vida saboreándola aunque después la palmen como todos.
Blondie
http://eldivandelloko.blogspot.com/
Malizia.- Los primeros mueren jóvenes pero no tiene un bonito cadáver porque a los cuarenta aparentan 60, llenos de kilos y sin vitalidad. Eso sí, conducen un Audi y van al golf.
ResponderEliminarLos segundo son más libres, con menos dinero pero con tiempo y vitalidad de vivir la vida, que sólo es una y el tiempo pasa para todos.
Generalmente adecuamos nuestros gastos a nuestros ingresos cuando yo pienso que debería ser al revés, si ganas mucho, renuncia a parte de los ingresos, ajústalos a tus gastos mínimos, cambia de trabajo y empieza a disfrutar la vida. Aunque entiendo que tal y como están las cosas es jodido, sin embargo, siempre tenemos una excusa...