No es más que un tipo en vaqueros tocando el violín en el metro. Nadie se para a escucharlo. Tenemos prisa, pensamos en lo que nos deparará el día, en llegar cuanto antes al trabajo en medio de la velocidad de estos tiempos. El chico toca durante 45 minutos en el metro de Washington y recauda un total de 32 dólares. Solamente una persona (que ha reconocido al intérprete callejero) se ha parado unos minutos delante de él de las más de mil que han pasado a su lado pensando en sus cosas. Si esas personas supieran que escuchaban un instrumento de 3.5 millones de dólares ¿se habrían detenido más tiempo? Si hubieran sabido que estaban ante uno de los mejores violinistas del mundo que cobra 100 dólares de entrada por persona en las mejores salas de conciertos ¿habrían entendido mejor la belleza de esas notas?¿Se habrían fijado más en el precio que en el arte? Eso me lleva a preguntarme si estamos preparados para captar la Belleza allí donde la encontremos. O si es que no tenemos tiempo. ¿ Cuántas otras cosas pasarán desapercibidas en nuestro día a día? Quizás lo sublime sólo existe en el ojo del observador. Estad atentos ahí afuera.
Más info del experimento: The Washington Post
Yo creo que hay mucha hipocresía en torno al arte. A la gente le gusta pavonearse de lo que sabe sobre tal o cual cuadro o músico, pero realmente hay pocos que lo aprecian y que disfruten de esas maravillas, paguen por ellas o no. Aquí la prueba. Ya había visto este vídeo, pero me sigue encantando. Un saludo.
ResponderEliminarMiss Bittersweet: Lo mismo que un tiburón en formol o una vaca disecada vale millones de euros por llevar una firma. ¿Es arte o mercado? ¿Valor o precio? Pero lo que yo pretendo en el post es que nos paremos a pensar no tanto en estas reflexiones sino en cómo apreciar la belleza de lo que nos rodea, de si tenemos tiempo o ganas de ello o nuestras vidas se consumen tan rápido en estos días que no nos permitimos encontrar lo bonito del mundo. Puede ser que no todo el mundo aprecie las notas de un violín ... pero ¿apreciamos otras cosas dignas de ser apreciadas por su sutilidad en medio de la ciudad, de la gente?
ResponderEliminarPues soy de las que me paro siempre en el metro cuando veo un músico y siempre hay alguien a mi lado que me dice: “ venga anda, no seas pasada, que llegamos tarde…”
ResponderEliminarCuando voy por la calle y escucho a lo lejos un acordeón, empiezo a soñar, me encanta llegar hasta el lugar y después alejarme lentamente escuchando cada vez más tenue la música, siempre me recordó Paris y desde que vi Amelie pues siempre me acuerdo de ella cuando oigo las notas que salen del fuelle del acordeón.
Una vez no recuerdo ni cuando escribí sobre eso en mi diván
¿Me gusta tu página ¿te lo había dicho? Gracias por regalarnos tus escritos
Blondie
http://eldivandelloko.blogspot.com/
Blondie.- La Belleza está ahí afuera, agazapada, esperando a que la encontremos. La admiración también está en nuestra pupila, hay que saber mirar para poder ver y dejarse sorprender. Gracias por tus amables palabras.
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