Palestino, 1941-2008.
("Ministro de cultura" de la OLP en la sombra).
Personalidad muy reconocida por los palestinos y uno de sus principales referentes culturales. Este poemario, sin palabras grandilocuentes ni formas especialmente complejas, nos habla del apego a la tierra de sus orígenes, de la travesía contínua de su pueblo, de las raíces de la historia del colectivo. Bien es cierto que a mí personalmente me produce un sesgo en la lectura el saber que se erige en el portavoz de ese colectivo. Es decir, no abundan sus poemas "personales", puramente del artista como individuo ante la vida y la muerte, el amor y el tiempo. Pero aún así, si queremos concebir sus poemas"colectivos" como universales, es una lectura válida aunque no siempre se logra. No es fácil abstraerse de las contínuas referencias a la cárcel, el fusil, el invasor, la tierra ocupada... En definitiva, la construcción nacional, evocaciones a Córdoba y Damasco o aspiraciones identitarias.
Sí me gustan más sus poemas como artista ante las grandes preguntas (no hay muchos en el poemario). El gozo de vivir-...la alegría de que entre una mujer con lozanía en la cuarentena o el olor del pan al alba...-, la muerte -...el poema no puede más que la espuma...-, el camino de la vida-...nada tengo que perder sino el polvo y lo que está muerto en mí...- y, por supuesto, el desamor como en el siguiente poema:
"Nosotros hemos perdido y el amor nada ha ganado porque, oh amor, tú eres amor, porque, oh amor, tú eres un niño mimado.
Rompes la única puerta del cielo, todas las palabras que no hemos dicho, y te marchas.
Cuántas rosas no hemos visto hoy,
cuántas calles que no han quebrado la tristeza de un corazón aherrojado,
cuántas chicas cuya edad nos sorprende y toma una dirección que no vemos... para relinchar,
cuántos cantos han descendido sobre nosotros cuando dormíamos
y cuántas lunas crecientes han recalado para reposar sobre la almohada.
Cuántos besos han llamado a nuestra puerta cuando estábamos lejos de casa,
cuántos sueños perdidos en nuestro sueño cuando buscábamos nuestro pan en las rocas con fatiga.
Cuántos pájaros han volado en torno a nuestras ventanas cuando jugueteábamos con nuestras cadenas en el día aplazado.
Hemos perdido mucho, y el amor nada ha ganado porque tú eres, oh amor, un niño mimado".
Este poema se me hace muy cercano.
ResponderEliminar¿De qué color es el sentimiento?
sólo el color que tiene el sentirte...